El 19 de abril de 2023, la Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos (EFSA) publicó su informe final revisado sobre la seguridad del BPA titulado “Reevaluación de los riesgos para la salud pública relacionados con la presencia del bisfenol A (BPA) en productos alimenticios”. El informe fue preparado por un grupo de la EFSA en relación con materiales, enzimas, aderezos y aditivos de procesamiento que están en contacto con alimentos.
La evaluación de 2015 de la EFSA sobre el BPA llegó a la siguiente conclusión: “no hay preocupación en cuanto a la salud para ningún grupo etario por la exposición a través de los alimentos, y es escasa la preocupación en cuanto a la salud por la exposición acumulada”. En el dictamen definitivo de 2023, la EFSA revirtió su posición anterior y “concluyó que existe un problema de salud por la exposición al BPA a través de los alimentos”. En el dictamen definitivo se usa un enfoque diferente al usado antes por la EFSA y no se tiene en cuenta toda la evidencia disponible y relevante, una diferencia significativa con respecto a los enfoques establecidos para el peso de la evidencia usados por las autoridades de evaluación de riesgos en todo el mundo.
El informe de 2015 fijó la ingesta diaria tolerable temporal (t-TDI), el límite de exposición estimado al BPA durante toda la vida sin riesgo apreciable, en 4 microgramos (4 millonésimas de gramo) por kilogramo de peso corporal por día, mientras que este informe final lo fija en 0,2 nanogramos por kilogramo de peso corporal al día.
La nueva postura de la EFSA contradice otras conclusiones científicas.
De hecho, el informe final de la EFSA contrasta con las opiniones divergentes de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos (BfR) que se publicaron poco después. Ambas autoridades señalan deficiencias clave del dictamen de la EFSA sobre el BPA y, como resultado, no apoyan el recientemente derivado TDI.
Además, en 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. publicó los hallazgos del estudio central CLARITY, el estudio más exhaustivo jamás realizado para analizar la gama completa de efectos potenciales sobre la salud derivados de la exposición al BPA y no encontró efectos adversos en niveles típicos de exposición del consumidor. Otras agencias de todo el mundo han publicado conclusiones similares sobre el BPA, incluidas Health Canada, la Organización de Estándares Alimentarios de Australia y Nueva Zelanda, y el Instituto Nacional Japonés de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada.
El BPA es uno de los químicos de uso actual más estudiados. El nuevo dictamen de la EFSA se contradice con el peso de la evidencia científica presentada por varios órganos reguladores internacionales.
Haga clic aquí para leer el comentario reciente publicado en la revista Toxicological Sciences de la Sociedad de Toxicología en el que los autores señalan: “El proceso de revisión de la evaluación de peligros de la EFSA no es científicamente sólido y ha llevado a la conclusión de que existen efectos a dosis bajas, en función de muy pocos estudios experimentales de baja calidad en animales. Estos efectos y las conclusiones a las que se ha llegado no cuentan con el apoyo suficiente en función de la totalidad de la evidencia disponible, que incluye múltiples estudios de alta calidad que no se consideran en la revisión reciente de la EFSA”.