En marzo de 2016, la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda (FSAI) publicó los resultados de su Estudio sobre la Dieta Total (TDS). La FSAI tiene responsabilidad legal en Irlanda para “... garantizar la seguridad en el consumo, la distribución, la producción y la venta de los alimentos en el mercado irlandés”.
Como parte de esta responsabilidad, la FSAI lleva a cabo periódicamente un TDS para “... evaluar la exposición de la población a través de los alimentos a determinados químicos que podrían suponer un riesgo para la salud si se ingirieran en cantidades excesivas”. En este nuevo estudio, la FSAI analizó 147 alimentos y bebidas que normalmente son parte de la dieta irlandesa para evaluar una variedad de químicos, entre los que se incluyen, varios metales, nutrientes esenciales, aditivos alimentarios, contaminantes de alimentos y residuos de pesticidas.
Según la FSAI, “... en general, los resultados demuestran que la población irlandesa generalmente no está en riesgo de acuerdo con el análisis de contaminantes químicos realizado de la dieta.”
Entre los químicos que se analizaron, estaba presente el bisfenol A (BPA), el cual es un componente químico básico, principalmente utilizado en la fabricación de plástico de policarbonato y resinas epoxi, ambos se utilizan ampliamente en una variedad de productos del consumidor. Las resinas epoxi son comúnmente utilizadas como revestimiento de las latas para los alimentos o bebidas. Por lo general, se considera que la principal fuente de exposición del ser humano al BPA es a través de los alimentos.
El estudio demostró que se detectó el BPA en bajos niveles en solo el 30 % de las muestras analizadas. Los niveles hallados en los alimentos se combinaban posteriormente con información sobre el consumo de alimentos para calcular la ingesta total del BPA a través de la alimentación en consumidores promedio y sobre el promedio (percentiles de 97,5). La comparación de estos valores con la guía basada en salud más estricta para valor del BPA en Europa, llevó a la conclusión de que “... la exposición al BPA supone poca preocupación”.
Al igual que la FSAI, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. tiene una perspectiva similar sobre la seguridad del BPA. Responde a la pregunta: “¿Es el BPA seguro?” con una sola e inequívoca palabra: “Sí.”