Noticias sobre el BPA

Aunque quizás usted no se dé cuenta, hay muchas posibilidades de que esté expuesto al bisfenol F (BPF). Incluso existe una buena posibilidad de que la exposición sea elevada. En ese caso, ¿debería preocuparse? ¿Qué debería hacer?

El bisfenol S (BPS) y el bisfenol F (BPF) son químicos que están presentes en el revestimiento de aluminio de alimentos y bebidas enlatados (para evitar su deterioro). Fueron elaborados como reemplazo del bisfenol A (BPA), un compuesto atacado por los activistas; pues afirman que podría ser una “sustancia química con efecto de alteración endocrina” desde el punto de vista estadístico. Estudios exhaustivos han descubierto inmensas evidencias científicas de que esto no es así.

La República Popular de California, que regula todo lo relacionado con peligros y riesgos, ha decretado que el vínculo entre el café y el cáncer “no es significativo”. Entonces, las empresas ya pueden comenzar a quitar esos ominosos carteles de advertencia de 10 x 10 in que se vieron obligados a publicar en virtud de la Propuesta 65.

Con la controversia respecto de su seguridad hace más de una década, seguramente haya oído hablar del bisfenol A (BPA). Se usa principalmente para fabricar plástico de policarbonato, un material transparente y sumamente resistente. Lo encontrará en una selección de productos, desde los equipos de seguridad de deportes de sus hijos y los anteojos de seguridad de la clase de ciencias hasta los estuches de los teléfonos celulares y los productos electrónicos que parece que nunca dejan de sostener.  

Con la controversia respecto de su seguridad hace más de una década, seguramente haya oído hablar del bisfenol A. En respuesta a la controversia, se han propuesto prohibiciones legislativas durante años en el Congreso, legislaturas estatales e, incluso, algunos condados locales. La preocupación surge de una suposición de algunos científicos que afirman que el BPA podría provocar trastornos hormonales a niveles de exposición muy bajos.

Si le dijera que se ha publicado el informe final sobre el bisfenol A (BPA), ¿me creería? Después de casi dos décadas de estudios por parte de varios grupos que intentan probar que el BPA provoca (o no provoca) problemas en los humanos, los resultados publicados la semana pasada confirman una vez más que el BPA es seguro en los niveles minúsculos en los que se presenta en los productos plásticos del consumidor.

Se publicó el muy esperado estudio central final sobre el bisfenol A (BPA), un compuesto usado para la producción de productos plásticos y resinas epoxi resistentes. El 28 de septiembre, el Programa Nacional de Toxicología (NTP) anunció que el estudio central de CLARITY-BPA y la información principal de los estudios de los becarios de CLARITY-BPA ya estaban disponibles. El estudio central confirma lo que ya se sabe desde hace años: el BPA es seguro. 

El Programa Nacional de Toxicología (NTP) de los Estados Unidos ha publicado más investigaciones como parte de un estudio trascendental sobre la seguridad del bisfenol A (BPA). El programa “Consortium Linking Academic and Regulatory Insights on BPA Toxicity” (Consorcio que vincula las perspectivas académicas y reglamentarias sobre la toxicidad del BPA, CLARITY-BPA) estudia una variedad de potenciales efectos sobre la salud generados por la exposición al químico. Fue iniciado por el NTP, el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS) y el Centro Nacional para la Investigación Toxicológica (NCTR) de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para proporcionar datos destinados a decisiones regulatorias. El informe de la investigación del proyecto del estudio central de CLARITY-BPA fue revisado por un grupo de expertos externo en abril de 2018, y la versión final se publicó la semana pasada, junto con datos de estudios académicos. Para el otoño de 2019, se espera un informe que integra los resultados del estudio central y estudios de becarios... El American Chemistry Council (ACC) indicó que los resultados apoyan la seguridad del BPA. “El informe final del estudio central de CLARITY apoya firmemente las declaraciones recientes de la FDA de los EE. UU. de que el BPA es seguro en los niveles tan bajos a los que están expuestas las personas por lo general.

El alcance y la magnitud de este estudio no tienen precedentes para el BPA, y los resultados demuestran claramente que es muy poco probable que el BPA provoque efectos sobre la salud, incluso en personas que están expuestas a él durante toda su vida”, afirma Steven G. Hentges, Polycarbonate/BPA Global Group del ACC. CLARITY-BPA tiene dos componentes: un estudio crónico “central” conforme a las directrices, realizado en el NCTR de acuerdo con las regulaciones de Buenas Prácticas de Laboratorio (GLP) de la FDA, y estudios de varios criterios de valoración, realizados en instituciones académicas por investigadores financiados por el NIEHS con animales que eran crías de las mismas ratas gestantes expuestas que se usaron en el estudio central de acuerdo con las GLP.

La sustancia química bisfenol A (BPA), usada en ciertos plásticos, ha recorrido un largo camino. Científicos de todos los ámbitos (académicos, de la FDA y de la industria de los plásticos) han dedicado más de dos décadas a estudiar el BPA, y cuando se cree que se ha escuchado la última palabra sobre ese químico que se encuentra en el policarbonato y las resinas epoxi, resulta que no es así. ¿Recuerda lo que dije hace un par de semanas en mi blog?: “En la ciencia, nunca está dicha la última palabra”. 

Científicos gubernamentales han presentado nueva evidencia de que el aditivo plástico BPA no supone una amenaza para la salud. Las dosis bajas de la sustancia química que se les dio a cientos de ratas “no provocaron efectos adversos claros y biológicamente plausibles”, expresó K. Barry Delclos, farmacólogo investigador del Centro Nacional para la Investigación Toxicológica de la Administración de Alimentos y Medicamentos.