Una gran cantidad de estudios científicos y artículos periodísticos informan que estamos expuestos a químicos en nuestra vida cotidiana. Si bien estos informes pueden ser reales, ¿son importantes para nuestra salud? ¿Y cómo podemos saberlo?
Muchos químicos están presentes de forma natural en nuestra alimentación y son beneficiosos. Por ejemplo, las vitaminas y los elementos esenciales son necesarios para nuestra salud, y muchos químicos explican los atractivos sabores y aromas de todo lo que comemos y bebemos. Otros químicos, por ejemplo, las pequeñas cantidades de metales y químicos sintéticos, son contaminantes que no están presentes naturalmente.
Un hilo común que conecta todos los químicos a los que estamos expuestos es que todos podrían ser dañinos cuando los niveles de exposición superan los umbrales de exposición seguros. Esto es cierto independientemente de que un químico esté presente de manera natural o sea un contaminante.
Un desafío científico para cualquier químico, en pocas palabras, es saber en qué medida estamos expuestos a él y cómo se compara ese nivel con un umbral seguro. En un estudio científico reciente, un equipo de investigadores de Health Canada describen cómo se pueden medir y evaluar las exposiciones a una variedad de químicos, tanto presentes naturalmente como contaminantes, en un contexto de salud, con las mejores herramientas científicas disponibles.
La primera parte de este desafío toma como base una herramienta científica conocida como “biomonitoreo”, en la que se analizan los fluidos biológicos (como la orina) para detectar un químico de interés. Desde 2007, el gobierno canadiense ha llevado a cabo una encuesta representativa a nivel nacional (CHMS, Encuesta sobre Medidas de la Salud Canadiense) que incluye el biomonitoreo de más de 250 químicos en canadienses de 3 a 79 años. La información adquirida mediante biomonitoreo proporciona una evidencia de exposición, pero, por sí sola, no indica si los niveles de exposición están por encima o por debajo de los umbrales seguros.
En el estudio reciente, la información de biomonitoreo de la última CHMS se analizó con respecto a los valores de análisis basados en la salud disponibles. Por ejemplo, la información de biomonitoreo del BPA se comparó con un equivalente de biomonitoreo (BE) para el BPA que los investigadores de Health Canada habían obtenido con anterioridad.
El valor de BE es el nivel de BPA que se esperaría observar en la orina si la exposición se produjo al nivel del umbral de exposición seguro para el BPA. El motivo para analizar la orina es que, tras la exposición, el BPA se elimina rápidamente del cuerpo por medio de la orina. El umbral seguro para el BPA también había sido establecido con anterioridad por los investigadores de Health Canada.
Según se informó en el nuevo estudio, el nivel de BPA típico en la orina de los canadienses estuvo más de 1000 veces por debajo del BE para el BPA, lo que indica un amplio margen de seguridad entre los niveles de exposición reales y el umbral de exposición seguro. Este resultado tranquilizador sugiere que no existen preocupaciones de salud para el BPA a los niveles de exposición actuales.
Lo que es aún más reconfortante es que estos nuevos resultados son similares a los resultados de un análisis previo de la información de biomonitoreo del BPA de un ciclo anterior de la CHMS. Los resultados también concuerdan con un análisis de la información de biomonitoreo del BPA generado como parte de un programa estadounidense similar conocido como la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES).
Estos análisis respaldan firmemente los puntos de vista de Health Canada y de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. sobre la seguridad del BPA. Por ejemplo, el gobierno canadiense informa en su sitio web que “La investigación actual nos indica que el público en general no debe preocuparse. En general, la mayoría de los canadienses están expuestos a niveles muy bajos de bisfenol A y, por lo tanto, no supone un riesgo para la salud”.
Un beneficio del análisis informado en el nuevo estudio es que podemos priorizar nuestras preocupaciones de salud con respecto a las exposiciones químicas de acuerdo con información real. A pesar de que el estudio concluyó que las exposiciones a la mayoría de los químicos analizados, como el BPA, estaban por debajo de los umbrales seguros, este resultado no fue así para todos los químicos. Las medidas para reducir las exposiciones químicas y posiblemente mejorar los resultados de salud podrían ser más efectivas si se centraran en los químicos con exposiciones por encima de los umbrales seguros.