En prácticamente todo lo que ingerimos en nuestras vidas diarias, desde una aspirina hasta bebidas alcohólicas, las dosis pequeñas no nos perjudican. Pero un consumo excesivo de algo bueno puede ser perjudicial. Ese principio de sentido común fue descrito por primera vez por el físico suizo Paracelso en el siglo XVI, y hoy se dice comúnmente que “la dosis hace al veneno”.
En la terminología científica moderna, el principio de Paracelso se describe como una “relación monotónica dosis-respuesta”, es decir, mientras más ingerimos de algo, mayor es la respuesta. Para otras sustancias, sin embargo, algunos miembros de la comunidad científica han sugerido un principio contrario al sentido común, descrito como relación dosis-respuesta no monotónica (NMDR), que implica que una dosis más baja podría ser más dañina que una dosis más elevada. No obstante, hasta la fecha, la NMDR se describe mejor como una hipótesis, una suerte de especulación científica, y no se ha comprobado con evidencia científica confiable.
Un grupo de científicos ha afirmado repetidamente que la exposición al bisfenol A (BPA) ejemplifica este fenómeno, el cual en parte puede dar cuenta de los motivos por los que el BPA ha sido un tema controversial en los medios por más de 20 años. No se trata simplemente de un debate académico, ya que es bien conocido que estamos expuestos a cantidades minúsculas de BPA a través de nuestra alimentación. ¿Podría ser que esos niveles tan bajos nos estén perjudicando?
Para resolver las incertidumbres que aún reinan sobre la seguridad del BPA, los científicos del gobierno federal han llevado a cabo un programa de investigación detallado sobre el BPA durante la última década. Recientemente, los resultados del estudio central de CLARITY se dieron a conocer en un informe final tras completarse un estudio de casi 5 años de duración realizado por científicos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU.
El alcance y la magnitud del estudio no tienen precedentes para el BPA y el conjunto de datos resultantes es ideal para evaluar si el BPA causa o no NMDR. Hasta hace poco, no obstante, no ha habido disponible una metodología científica para evaluar las evidencias de NMDR, lo cual representa en parte los motivos de las controversias en las que ha estado inmersa la NMDR durante tanto tiempo.
El año pasado, un panel de científicos de cuatro agencias gubernamentales europeas e institutos científicos publicó un conjunto de criterios científicos objetivos para evaluar la NMDR. Su trabajo estuvo patrocinado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Dichos criterios objetivos ahora se han aplicado al amplio conjunto de datos del estudio central de CLARITY y los resultados se han publicado en la literatura científica.* La conclusión que se presenta en este artículo lo dice prácticamente todo:
En resumen, en nuestro análisis se encontraron pocas evidencias de NMDR en los criterios de valoración evaluados en el Estudio central CLARITY-BPA. Los resultados de este análisis coinciden con las conclusiones a las que se llegó en el informe del Estudio central CLARITY-BPA y las respaldan. En consecuencia, los resultados de este gran estudio conforme a las directrices y patrocinado por el gobierno, y los análisis presentes deberían brindar algún tipo de resolución sobre la controversia relacionada con la toxicología del BPA.
En cuanto a las conclusiones de la FDA sobre el estudio de CLARITY, el Dr. Stephen Ostroff, comisionado adjunto de Alimentos y Medicina Veterinaria, mencionó en una declaración presentada en conjunto con el informe: “nuestra revisión inicial respalda nuestra decisión de que los usos del BPA autorizados actualmente continúan siendo seguros para los consumidores”. Y ahora, después de 20 años de controversia, sabemos que el BPA sigue siendo monotónico.
Agradecimientos
*El trabajo publicado en la revista Food and Chemical Toxicology fue patrocinado por el Polycarbonate/BPA Global Group del American Chemistry Council. El análisis y las conclusiones científicas que se presentan en el artículo de la revista pertenecen a los autores y no al patrocinador.