Un comentario reciente publicado en el boletín Toxicological Sciences de la Sociedad de Toxicología analiza la reducción de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) del nivel de ingesta diaria tolerable (TDI) de bisfenol A (BPA) en los materiales de contacto con alimento (en comparación con el TDI temporal establecido en 2015). Los autores del comentario afirman que existe una base insuficiente para una acción regulatoria.
En el comentario, se afirma lo siguiente: “El proceso de revisión de evaluación de peligros de la EFSA carece de bases científicas sólidas y ha arrojado una conclusión de que existen efectos causados por dosis bajas sobre la base de muy pocos estudios experimentales de calidad inferior realizados en animales. Estos efectos y las conclusiones a las que se ha llegado no cuentan con el apoyo suficiente en función de la totalidad de la evidencia disponible, que incluye múltiples estudios de alta calidad que no se consideran en la revisión reciente de la EFSA”.
En su conclusión, los autores hacen recomendaciones de evaluaciones futuras a fin de desarrollar cálculos estimados de dosis seguras de BPA (o cualquier sustancia):
- Incluir toda la evidencia disponible;
- Proporcionar orientación clara para evaluar la calidad de los estudios;
- Considerar la fiabilidad de los resultados de los estudios; y
- Elegir criterios de validación que sean efectos adversos apicales (o sus precursores), y que sean tanto consistentes como coherentes en los estudios en animales y humanos.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR) han criticado el análisis usado por la EFSA; y ambos grupos han declarado su oposición al enfoque de la EFSA. De manera similar, en Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos, que ha evaluado la evidencia científica en relación con el BPA, ha declarado que “la conclusión sigue siendo que el BPA es seguro para los usos autorizados actualmente en empaques y contenedores de alimentos”.
Las regulaciones deben tener una base sólida y firme a fin de respaldar la salud y seguridad pública, y mantener la confianza del público. El comentario se publicó el 23 de enero de 2024, en Toxicological Sciences, y se puede encontrar en el siguiente enlace: https://doi.org/10.1093/toxsci/kfad136.