De acuerdo con el titular de un artículo de Bloomberg reciente, “Trader Joe’s to Remove Controversial Chemicals From Receipts” (Trader Joe eliminará químicos controvertidos de los recibos). En particular, según lo señalado en su anuncio, Trader Joe “ahora busca un papel de recibos que no contenga químicos fenólicos (lo que incluye BPA y BPS)”.
Como contexto, el BPA (bisfenol A) y el BPS (bisfenol S) se usan como componentes clave del revestimiento termorreactivo presente en la mayoría de los papeles de recibos desde hace mucho tiempo. Casi como por acto de magia, el papel blanco atraviesa una impresora térmica y sale rápidamente en forma de recibo impreso.
Lo que sucede dentro de la impresora no es magia, sino química. El calor aplicado al papel desde un cabezal de impresión genera una reacción química en el revestimiento para producir una imagen impresa sin tinta.
Los componentes involucrados son tres químicos presentes en el revestimiento y cada uno de ellos tiene una función clave. Uno es el colorante, que suele ser incoloro, pero puede adoptar una estructura química diferente y coloreada cuando reacciona con un revelador. Tanto el BPA como el BPS han sido reveladores de uso común. La reacción química se facilita con un tercer químico conocido como sensibilizador. Si bien se suelen usar las descripciones funcionales en esta tecnología, los tres son químicos.
Lo que falta de manera perceptible en el anuncio y el artículo es qué se utilizará para reemplazar al BPA y BPS en el papel de recibos. A menos que Trader Joe esté recurriendo a la magia en lugar de a la química, estos elementos se reemplazarán (como ya habrá adivinado) con otro químico.
Apenas unos años atrás, la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) publicó un informe titulado “Bisphenol A Alternatives in Thermal Paper” (Alternativas al bisfenol A en el papel térmico). De acuerdo con la descripción de este extenso informe, los científicos de la EPA evaluaron los atributos ambientales y de salud de 19 alternativas posibles al BPA en el papel térmico.
A pesar de buscar por todas partes una alternativa más segura, la EPA acabó con las manos vacías. Concluyeron que “no se identificó ninguna alternativa al BPA que sea claramente más segura en este informe; la mayoría de las alternativas presentan designaciones de peligro moderado o alto para la salud humana o criterios de toxicidad en agua”.
Con posterioridad a la publicación del informe de la EPA, se publicaron dos estudios sobre la exposición humana al BPA en la manipulación de papel de recibos en la literatura científica. Uno de los estudios, del Programa Nacional de Toxicología de los EE. UU., examinó la exposición de los cajeros que manipulan recibos durante su turno de trabajo, que supera ampliamente toda exposición típica del consumidor.
El otro estudio, del Instituto Finlandés de Salud Ocupacional, examinó la exposición en un grupo de voluntarios que simularon el trabajo de un cajero. Los resultados de ambos estudios indican que ni siquiera los cajeros están expuestos a niveles significativos de BPA y respaldan el uso seguro del BPA en el papel térmico.
La decisión por parte de Trader Joe de prescindir del BPA y BPS, a pesar de no estar respaldada por la ciencia, probablemente sea un esfuerzo por responder a las tendencias populares del mercado. Pero, al igual que con cualquier concesión, es importante comprender cuál es el valor, el beneficio (y la seguridad) de lo que se ha renunciado.